jueves, 29 de noviembre de 2007

Viaje a 800

Ahora mismo, la banda española en activo que más me gusta. Así, como suena. Estoy totalmente rendido a esa amalgama de rock, stoner, psicodelia... hasta doom, como en una de sus mejores canciones, la espectacular "roto blues". Me llegaron hace dos días sus dos discos, que ya había ganas de tenerlos originales, Diablo roto dë y Estampida de trombones, y están sonando en mi reproductor de manera obsesiva. Ahí van unos pocos comentarios sobre ellos.


Diablo roto dë. 2001. Primer disco, tras una maqueta y un split con Los Natas. Se abre con la inmensísima Roto blues, una maravilla espacial que asegura un alucinado viaje al oyente durante sus intensísimos 10 minutos. Hipnótica y totalmente adictiva en sus guitarras. Sigue Cardio Límite, una descarga adrenalítica stoner, como lo son en parte los cortes instrumentales Higomon 2 A e Higomon 2 B. Solo es para mí una de sus mejores canciones, de una gran belleza, y con una melodía perfectamente ajustada. En esa línea, algo más sosegadas, pero con estupendas explosiones guitarreras son Largo beso recto y Valiums. Vuelo inferno/after en Marte es una canción excesiva y psicodélica, un nuevo viaje de 10 minutos que hace de perfecto colofón al disco justo antes del cachondeo que supone Humo de mota. En conjunto un disco potentísimo, en el que se nota una producción todavía no tan trabajada, pero de un resultado sobresaliente, y con unas canciones, me repito, enormes, con unas letras extrañas y sugerentes perfectamente adecuadas a su música. La reedición que han publicado ahora trae cuatro temas nuevos: higomon, nmensa, alunizaje 666 y ossa vemoma, que han supuesto una gratísima sorpresa.


Estampida de trombones. 2007. Tras un largo parón vuelven con su segundo LP, nuevamente publicado por Alone Records, discográfica que actualmente tiene en cartel a algunos de los grupos más prometedores del panorama actual como son Orthodox, Glow, Rip KC... Creo que también van a sacar el segundo de The soulbreaker company. El disco se abre con la intensísima Los ángeles que hay en mi piel, una de las canciones del año para mí, y sigue con El amor es un perro del infierno y la instrumental Dios Astrónomo. Tras un comienzo tan potente, relajación con Ossario y vuelta a la carga con la breve descarga de , para luego crear una maravilla como es Luto, donde la música consigue recrear perfectamente unas sensaciones (y donde, al comienzo de la segunda parte de la canción, me recuerdan a Tool, sinceramente -igual que lo hacía el interludio de Ossario- por la capacidad de crear ambientes oníricos. Dicho esto como delirio de fanático de ambos grupos y desde el mayor de los respetos jejeje). Completan el disco Patio custodio, Estampida de trombones, la potente Cabezas de tungsteno, y Cáncer Bahía, otro cierre relajado de disco. En conjunto resulta un conjunto con un sonido apabullante, unas canciones compactas y que funcionan con precisión de relojero, y que, si de listas se trata, para mí está dentro de lo mejor publicado este año.

En resumen, dos discos, y un grupo, imprescindibles. No son inmediatos, y a veces puede costar entrar en su música, pero como se haga uno queda enganchado sin remedio. El lector avispado, viendo los títulos de las canciones, ya puede hacerse un poco una idea de por dónde pueden ir los tiros. Pego aquí su enlace al myspace, y una entrevista que les hicieron en la siempre interesante página mentes de ácido, donde resulta curioso ver cómo la etiqueta stoner es algo que les ha venido después:

Viaje a 800

Entrevista mentesdeacido

Por cierto, y aprovechando la entrada. Tengo ya en casa también la demo de Arenna y el disco de Positiva, anterioremente reseñados en este blog. Vuelvo a recomendarlos encarecidamente. La de Arenna es una maqueta que revela un potencial tremendo, y el de Positiva es un auténtico pepinazo, una apisonadora de rock totalmente adictiva.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

La zona, Rodrigo Plá


La Zona es una urbanización residencial cercada por un muro, vallas electrificadas y cámaras de vigilancia. En ella gente de alto nivel de vida se separa y protege de los suburbios que la rodean, en un intento de aislarse de la pobreza y la delincuencia. Una noche de tormenta tres chicos entran para robar en una casa. Matan a una anciana y dos de ellos también mueren. Pero uno de ellos escapa y queda aislado del exterior dentro de La Zona. Ante la posibilidad de perder sus privilegios los habitantes de esta urbanización deciden tapar las muertes y perseguir al prófugo por sus propios medios, engañando a la policía. Se desata entonces una caza al hombre en la que se van viendo retratadas las miserias morales de unos y otros.

Coproducción española y mexicana notable y muy interesante. No cuenta nada que no se sepa, y hay detalles de su trama demasiado previsibles o hasta tópicos. Un espectador mínimamente avispado se dará cuenta enseguida que va a encontrarse buenas dosis de pesimismo, rabia y desesperanza, y que la moraleja de la historia va a ser dura. Pero todo esto no quita para que el resultado final sea muy apreciable, con un ritmo narrativo bastante bien llevado y algunas escenas realmente conseguidas, como las de las persecuciones, la salida de las alcantarillas, el juego-caza de los chicos por el campo de golf mientras en las colinas circundantes se observan los enormes suburbios chabolistas... También en materia de personajes está bien resuelta, aunque algunos no dejen de repetir ciertos tópicos, como el del policía, pero bien interpretado y con suficientes matices para hacerlo uno de los puntos fuertes de la trama. Los habitantes de La Zona, aunque esquemáticos y arquetípicos, cumplen a la perfección su papel. Lo que flojea algo más son las conversaciones entre los chicos. Por lo demás, una de las mejores películas que he visto este año. Por tirar de una etiqueta muy manida, cine comprometido y necesario, cuyo argumento en principio parece semi ciencia-ficción (social) pero que resulta totalmente actual, ya que estas zonas cerradas ya existen en varias zonas de Latinoamérica.

Resulta curiosa comparala con una película como "El bosque", cuyas supuestas intenciones primarias son similares: el mostrarnos como la necesidad de aislamiento y protección ante un entorno violento que nos amenaza, indefensos, acaba volviéndose en contra del núcleo cerrado, provocando su deshumanización. Pero lo que en La Zona es denuncia y realismo (pero tampoco cargado de maniqueísmo, no), en "El bosque" resulta un vacío ejercicio de estilo en el que la carga moral es anecdótica (eso sí, con algunas grandes escenas, siempre defenderé la labor de Shyamalan como director). También se podría hacer mención a La jauría humana, peliculón de Arthur Penn, en la que también se desataba la caza al hombre por parte de la acomodada burguesía de una ciudad sureña en los estados unidos de los cincuenta. Desde luego las tramas son bastante distintas, pero el miedo latente a lo desconocido, y la necesidad de defenderse, pasando por encima de la ley si es necesario, son los mismos.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Lasker - Thomas (1912)

Partida histórica y absolutamente espectacular. Edward Lasker, pariente del que fuera campeón del mundo Emanuel Lasker, nos ofrece un prodigio de profundidad de visión, fantasía y atrevimiento. Tras sólo 10 movimientos, bastante razonables todos, la partida, extrañamente, está acabada. Lo que queda es un exilio forzoso del rey que se ve obligado a atravesar todo el tablero, sin opciones. La partida va así:

1. d4, f5
2. Cc3, Cf6
3. Cf3, e6
4. Ag5, Ae7
5. Axf6, Axf6
6. e4, fxe4
7. Cxe4, b6
8. Ce5, 0-0
9. Ad3, Ab7
10. Dh5, De7

Tras lo cual la configuración del tablero está así:


Quizá Thomas no se desarrolla todo lo bien que debiera, permitiendo permanecer ahí demasiado tiempo al caballo de e5, pero tampoco comete errores de bulto. Aunque, como dijo creo que Kasparov, las grandes genialidades y las partidas memorables, requieren de la colaboración de errores del contrario o de planteamientos poco acertados. Lo que sigue es capaz de volar la cabeza al aficionado al ajedrez más experimentado:

11. Dxh7+!!

Increíble sacrificio de dama que gana la partida y condena al rey a un largo periplo lleno de jaques y movimientos forzados:

11... Rxh7
12. Cxf6+, Rh6
13. Ceg4+, Rg5
14. h4+, Rf4
15. g3+, Rf3
16. Ae2+, Rg2
17. Th2+, Rg1
18. Rd2 mate

La posición final es esta:


Una pequeña (por el número de jugadas) gran maravilla, jugada en Londres en 1912. Resulta curioso observar cómo las blancas podrían dar mate una jugada antes con el movimiento 16. Rf1 o 16. 0-0, pero la verdad, esta continua red de jaques, que termina llevando al rey negro a la zona opuesta del tablero, bien merece un movimiento más. Cuando un amigo me pasó esta partida copiada en un folio que todavía conservo, la jugada de mate la había puesto como enroque largo, en vez de rey a d2. La verdad que es un remate que considero todavía más bello que el de la partida real. Y eso que los jaques a la descubierta son particularmente elegantes. Pero no sé, la idea de dar mate enrocándose me parece tan inverosímil y extraña de primeras, que hubiera sido un magnífico colofón. Lo que me lleva a la posibilidad de "mejorar" partidas tras haberse jugado. Tengo por ahí una partida guardada de Alekhine, que algún día pondré, con cinco damas sobre el tablero, que se rumoreaba pudo haber cambiado, alterándola, para crear ese final impactante. Y que es algo que debió hacer con cierta frecuencia. Ahora, con todo informatizado, parece mucho más difícil, pero en 1915...

lunes, 12 de noviembre de 2007

Viaje al fin de la noche, Louis-Ferdinand Céline

Como he hecho con El desierto de los tártaros, y a semejanza de lo visto en Fragmentos de sueños y realidades voy a ir poniendo de vez en cuando textos que me hayan resultado especialmente remarcables de algunos de los libros que he leído. Ahora le toca el turno a Viaje al fin de la noche, de Céline, libro excesivo y virulento, puede que demasiado alargado, pero realmente impactante, y con algunos fragmentos y paisajes geniales, desde los de guerra, pasando por esa especie de viaje al corazón de las tinieblas en África, la estancia en América (para mi gusto la mejor parte)... quizá es en su tramo final, en la vuelta a Francia, donde cojea algo más y el ritmo se pierde. Aún así es un libro muy destacable, de esos que se recuerdan y dejan huella. Ahí van algunos fragmentos que copié en su momento (el que me parecieran destacables a mí no quiere decir que sean de lo mejor ni especialmente profundos ni significativos, por supuesto, que uno tiene sus manías y sus debilidades y se fija más en unas cosas que en otras y, sobre todo, tiene un sentido trágico de la existencia jejeje):

"Filosofar no es sino otra forma de tener miedo y no conduce sino a simulacros cobardes."

"Pero era demasiado tarde para rehacer la juventud. ¡Ya no creía en ella! En seguida te vuelves viejo y de forma irremediable. Lo notas porque has aprendido a amar tu desgracia, a tu pesar. Es la naturaleza, que es más fuerte que tú, y se acabó. Nos ensaya en un género y ya no podemos salir de él. Yo había seguido la dirección de la inquietud. Te tomas en serio tu papel y tu destino poco a poco y luego, cuando te quieres dar cuenta, es demasiado tarde para cambiarlos. Te has vuelto inquieto y así te quedas para siempre."

"Siempre pensaba en otra cosa a la vez, en no perder tiempo ni ternura, como si quisiera guardar todo para algo, no sé qué, magnífico, sublime, pero más adelante, pero no para Molly, no para aquello. Como si la vida fuera a llevarse, a ocultarme, lo que yo quería saber de ella, de la vida en el fondo de las tinieblas, mientras perdiese tiempo abrazando a Molly, y entonces ya no fuera a quedar bastante, fuese a haber perdido todo, a fin de cuentas, por falta de fuerza, la vida fuera a haberme engañado como a todos los demás, la Vida, la auténtica querida de los hombres de verdad."

"Tal vez sea eso lo que buscamos a lo largo de la vida, nada más que eso, la mayor pena posible para llegar a ser uno mismo antes de morir."

"Son otras, las cosas, cuando las vuelves a ver; tienen, parece, más fuerza para penetrar en nuestro interior con mayor tristeza, con mayor profundidad aún, con mayor suavidad que antes, fundirse en esa especie de muerte que se forma en nosotros despacio, con delicadeza, día tras día, cobardemente, ante lo cual cada día nos acostumbramos a defendernos un poco menos que la víspera. De una vez para otra la vemos ablandarse, arrugarse en nosotros mismos, la vida, y las personas y las cosas con ella, que habíamos dejado triviales, preciosas, temibles a veces. El miedo a acabar ha marcado todo eso con sus arrugas mientras corríamos por la ciudad tras el placer o el pan.
Pronto no quedarán sino personas y cosas inofensivas, lastimosas y desarmadas en torno a nuestro pasado, tan sólo errores enmudecidos."

Un libro rabioso y controvertido, tanto como su autor, Céline, acusado de antisemita y colaboracionista con los nazis, pero a la vez altamente expresivo, poético y lleno de vida. Uno de los grandes descubrimientos de este año.

martes, 6 de noviembre de 2007

El desierto de los tártaros, Dino Buzzati

"Es él, ahora que se ha acercado se le reconoce perfectamente, y en su cara no se lee ningún especial dolor. No se ha rebelado, pues, no ha solicitado la baja, se ha tragado la injusticia sin rechistar y regresa al puesto de siempre. En el fondo de su alma hay incluso una tímida complacencia por haber evitado bruscos cambios de vida, por poder volver tal cual a sus viejos hábitos. Se hace la ilusión, Drogo, de un glorioso desquite a largo plazo, cree tener aún una inmensidad de tiempo disponible, renuncia así a la lucha mundana por la vida cotidiana. Llegará un día en que todas las cuentas se salden generosamente, piensa. Pero entre tanto los otros llegan, se disputan ávidamente el paso por estar entre los primeros, adelantan a la carrera a Drogo, sin preocuparse por él, lo dejan atrás. Él los mira desaparecer allá al fondo, perplejo, asaltado por insólitas dudas: ¿y si se hubiera equivocado realmente? ¿Si fuera un hombre normal al que por derecho le toca sólo un mediocre destino?"

Mil gracias a Jumpin, aka Señor Tascoigne, por hacer que descubriera este libro hace unos meses. Absolutamente necesario e imprescindible. Y no digo más. El desierto de los tártaros es un libro sobre el que poco puedo decir, es mejor leerlo, y sentirlo, y experimentarlo uno mismo.