lunes, 21 de enero de 2013

Revolución

"Nadie se va ahora de esta vida, es la propia vida la que nos es robada. Y si alguno por ventura intenta poner fin a tantas amarguras, cansará inútilmente su mano, puesto que nadie sabe todavía dónde tiene el corazón el pulpo, si es que el pulpo tiene corazón. Rumata se giró y se alejó de allí. Pobre padre Gauk. Sí, el pulpo tiene corazón, y sabemos dónde. Pero esto es lo más horrible, amigo mío. Sabemos dónde lo tiene, pero para arrancárselo tendremos que derramar la sangre de millares de personas aterrorizadas, idiotizadas, cegadas, que no conocen la duda. Estas personas son muchas y tan ignorantes, tan distanciadas, tan irritadas por el eterno trabajo ingrato, y tan humilladas, que son incapaces de elevar el pensamiento por encima de sus pequeñas monedas de cobre. Y por ahora no hay modo de enseñarlas, de unirlas, de dirigirlas, de hacer que se liberen de sí mismas."

"Qué difícil es ser Dios", de Arkadi y Boris Strugatski

jueves, 3 de mayo de 2012

Escribir

"Me asaltaron unos celos salvajes que treinta años después todavía no se han apaciguado. Madre de Dios, qué material. Era original, era nuevo, era bellísimo. Y quizás no fuera bellísimo, quizás ni siquiera bello, quizás fuera incluso feo. Pero casaba endemoniadamente conmigo, se me parecía, me daba la sensación de ser yo. Eran una por una las cosas que yo habría querido escribir y no era capaz de escribir. Mi mundo, mis gustos, mis odios. Me gustaba con locura. ¿Admiración? No. Rabia sólo, pero fortísima: alguien que había hecho exactamente las cosas que yo había soñado hacer desde niño sin conseguirlo. Una coincidencia extraordinaria, ciertamente. Y ahora, cuando publicara sus cosas, ese miserable me cortaría el camino. Él pasaría antes por ese reino misterioso en el que yo, por medio de una última esperanza, todavía me hacía ilusiones de poder entrar. ¿Qué papel haría yo suponiendo que algún día la inspiración por fin acudiera en mi ayuda? El del copión, el del tramposo."

Dino Buzzati en "Muy confidencial al señor director", relato incluído en "Los siete mensajeros y otros relatos"

jueves, 7 de enero de 2010

Libros leídos 2009

Esta es la muy disminuida lista de libros leídos el año pasado (disminuida con respecto a otros años, claro). La verdad es que se nota que he estado de lo más ocupado y con poco tiempo. Aparte de pasar rachas de apetecerme leer menos. Me fastidia un poco, pero supongo que es normal y mejor no agobiarse, ya llegará otro momento en que lo que más me apetezca sea devorar libros. Pero a ver si llega pronto jejejeje.

-Los cucos de Midwich, John Wyndham 7
-Antigüedades, John Crowley 5
-El árbol de la ciencia, Pío Baroja 7
-Harry Potter y el misterio del príncipe, J. K. Rowling 6
-París no se acaba nunca, Enrique Vila-Matas 7
-Las naves de la magia, Robin Hobb 5
-Tras el incierto horizonte, Frederik Pohl 5
-La sequía, J. G. Ballard 7
-Narrenturm, Andrzej Sapkowski 7,5
-La bestia debe morir, Nicholas Blake 8
-Almas muertas, Nikolai Gogol 8
-Cronopaisajes, varios autores 5
-Viejas historias de Castilla la vieja, Miguel Delibes 7


13 libros nada más, cuando mi costumbre es pasar de 40 al año. Desde luego un bajón importante. En cuanto a calidad en general ha sido un año regular nada más, aunque sí ha habido buenas lecturas, y gratísimas sorpresas como esa estupenda Almas muertas o la genial La bestia debe morir. Aparte de la garantía de disfrute que siempre supone Sapkowski, claro, los paisajes mentales de Ballard, la ironía de Vila-Matas o la estupenda representación de esa especie de memoria colectiva castellana que supone Delibes.

En fin, esperemos que el año que empieza lea mucho más, y lo mismo deseo para todos los lectores de esta entrada, presentes o futuros.

viernes, 6 de noviembre de 2009

A new beginning



"A new beginning" es la primera frase que cantan en la primera canción del nuevo disco de Alice in chains: "Black gives way to blue". Toda una declaración de intenciones y uno más de la cantidad de detalles que hacen que este disco guste y convenza (algo nada fácil a priori) a gran cantidad de los fans del grupo, entre los que me incluyo.

La verdad es que tenía mis reservas y no sabía cómo resultaría el disco, más cuando el single adelantado, A looking in view, parecía más una continuación clara del sonido de los discos en solitario de Jerry Cantrell. Pero el resultado me ha convencido sobradamente. Pasada la euforia inicial, aunque todavía enganchado al disco, resulta un conjunto de canciones solidísimo, al que quizá se le puede achacar precisamente eso, que sea un conjunto, no un disco unitario como sí resultaban Dirt o Alice in chains. Hay canciones que recuerdan a esos dos discos, otras al Sap o al Jar of flies, otras a la etapa en solitario de Jerry Cantrell (cuyos discos, Boggy Depot y Degradation trip son altamente recomendables), pero no resulta un conjunto uniforme. Es más una colección de canciones pensada en todo el legado Alice in chains, y con el recuerdo de Layne Staley siempre presente, que un disco pensado como un todo.

Pero, y supongo que influenciado en gran parte por todo el rollo sentimental que tiene el disco para aquellos para los que Alice in chains es un grupo pilar en nuestra vida musical, el disco funciona. Y algunas canciones consiguen transportarte al universo AIC de los noventa, con temazos como Acid Bubble o Private Hell, canción esta última en la que uno casi puede invocar el espíritu de Staley tras esas armonías y que personalmente consigue ponerme los pelos de punta. Last of my kind, Your decision... no voy a nombrar todas las canciones pero realmente las hay muy buenas. Promete para una posible gira (en la que poca gente, creo, se sentirá escandalizada si tocan varias canciones de este disco y no se centran exclusivamente en los hits pasados, como pasa con otros "comebacks") y para posibles proyectos futuros.

Otro aspecto destacable es que prima más ahora la voz de Jerry Cantrell que la de William Duvall, el nuevo cantante que ya estuvo en la gira de hace tres años, y que cumple sobradamente su papel aportando los suficientes matices a su voz. Desde luego el grupo parece perfectamente engrasado, y sabiendo lo que disfrutan Sean Kinney y Mike Inez con esto le auguro un futuro, al menos el inmediato, muy prometedor y feliz tanto para ellos como para los que puedan/podamos verlos en directo.

El título de la entrada también me sirve para empezar, espero, una (otra) nueva etapa en el blog, que he vuelto a dejar muy desatendido. Y no sólo éste, si no todos en general, los de mucha gente a la que aprecio y que me interesa mucho leer. Pero bueno, ha sido un año complicado, confuso y muy, muy, muy disperso. A ver si ahora nos leemos con más asiduidad.
Un saludo.

jueves, 29 de enero de 2009

La cuestión humana, Nicolas Klotz

Simon es un psicólogo del departamento de recursos humanos de una gran multinacional. Especialista en actividades de ocio para empleados y de selección de personal, tiene una gran capacidad de análisis crítico. Un día, uno de los jefes de la compañía le pide que haga un análisis psiquiátrico, lo más discreto y sutil posible, del otro codirector, Just, que parece que está manifestando un comportamiento errático. Simon intenta hacer su trabajo lo mejor posible, saltándose las presiones y sus propias dudas, pero según se va asomando a la vida de Just, más se acerca a la oscuridad de la cuestión humana.


(Aviso: a continuación destripo la película y parte del argumento)

“La cuestión humana” es una pretenciosa película francesa que al final se revela fallida en la mayoría de sus aspectos. Y lo que es peor, se hace pesada. Una muestra más de ese tipo de historias en los que la idea que subyace es de lo más interesante pero la manera de presentarla fracasa. La película nos muestra de una manera distante, fría, la vida de Simon y sus interrelaciones dentro de la empresa, sus relaciones con las mujeres, y su contacto con Just, que parece atormentado por algo y que tiene una extraña obsesión con la música. Las escenas muchas veces no tienen una continuidad o cohesión determinada, se nos van presentando hechos aislados que forman en conjunto la historia, algunas tan largas como la de la exagerada rave de los empleados. Todo ello mientras crece la angustia del protagonista hasta que en el último cuarto de la película se nos hace la revelación, que es la relación de la familia del jefe, y de uno de sus antiguos compañeros de un cuarteto musical, con los nazis y el holocausto.

Y aquí es donde llega el meollo de la película. La lectura de una carta, muy detallista en cuanto a la descripción de las características que tenían que tener camiones para gasear prisioneros, nos empieza a meter en la idea de la tecnificación del lenguaje, de cómo se deshumaniza el lenguaje cuando se encuentran palabras técnicas para todo, para poder explicar prolijamente hasta los planes y crímenes más espantosos. Y se nos relaciona esto con el trabajo de Simon, y su firmeza a la hora de recomendar despidos de gente alcohólica, vieja, o no válida, cuando tocaba realizar ajustes en la plantilla de la multinacional. Todos sus razonamientos explicados también con ese lenguaje técnico, eufemístico, frío, en el que la cuestión humana es dejada totalmente de lado, al igual que en los antiguos totalitarismos. Y que le estalla al protagonista en la cara cuando recibe las cartas anónimas escritas con pedazos de los libros de psicología que él conoce tan bien.

Y es entonces cuando entendemos mejor la primera parte de la película, con esas escenas algo inconexas, frías, en las que la única parte emocional viene con las interpretaciones musicales, que es cuando la gente se exorciza y da rienda suelta a sus sentimientos. En toda la película está presente la idea de la música como medio catártico, que consigue sacar afuera los demonios interiores, ya sea en interpretaciones flamencas llenas de pasión, en sentidos cuartetos de cuerda, o mediante música electrónica que ataque a lo más primario. Y vemos mejor cómo Simon se da cuenta de que las únicas ocasiones en que se muestra como es, en las que sonríe y se despreocupa es cuando está alejado del mundo de la gran corporación, en las escenas en el bar, por ejemplo. Entendemos así que la música es un lenguaje “no tecnificado”, que permite a la gente mostrarse tal cual es, mientras que el lenguaje común, mediante el propio uso que le damos se ha ido transformando en un artificio sin fundamento, en algo frío, sin alma, como la sociedad que poco a poco hemos ido creando.

La cuestión es interesante, pero el director reviste la película precisamente de un lenguaje frío y aséptico, que hasta en los momentos de mayor intensidad se revela insuficiente para hacer llegar su mensaje, pese a la innegable fuerza de algunas escenas. Que se podría decir que es algo buscado adrede, y en parte lo comparto, pero una cosa es una frialdad que produzca un efecto, y otra una frialdad que simplemente provoque distanciamiento en el espectador. Con lo cual la posible pirueta mental sobre lenguaje cinematográfico tecnificado, al igual que se nos ha ido hablando del verbal y del musical, a mí no me cuadra en absoluto.

Asimismo, no vemos el motivo para la crisis que se va generando en Simon, el guión no va siguiendo un camino coherente en ese sentido, y todo se razona a posteriori. Y cuando se va hilando todo y aparece Neumann en escena, que es el que le termina de abrir los ojos, tampoco terminan de quedar claras otras cuestiones relacionadas con los personajes y sus interrelaciones. Como digo, la idea que subyace es de lo más interesante, y produce buenas escenas, sobre todo un emotivo e intenso final, pero resulta en exceso áspera. En cualquier caso, sólo por haber producido un tocho como el que acabo de escribir, y por lo que te hace pensar, merece la pena. Aprobado raspado.

lunes, 5 de enero de 2009

Lecturas 2008

Toca repaso y (breve) análisis a lo leído en el 2008. Menos de lo que hubiera querido, 42 libros, pero tuve una segunda mitad de año más dispersa de lo habitual y bajó mucho mi ritmo lector. Ahí va la lista, acompañada de las subjetivas notitas:

-Luna de miel en el infierno y otros cuentos de marcianos, Fredric Brown 8
-Axiomático, Greg Egan 9
-Hania / Bartek el héroe, Henryk Sienkiewicz 6
-Pórtico, Frederik Pohl 8
-Bajo el volcán, Malcolm Lowry 7
-Yo que he servido al rey de Inglaterra, Bohumil Hrabal 9,5
-Los senderos de la muerte, R. A. Salvatore 4
-Los siete pecados capitales del imperio alemán en la primera guerra mundial, Sebastian Haffner 8
-Peleando a la contra, Charles Bukowski 6
-En el principio fue la oscuridad, R. Scott Bakker 7
-Jacques el fatalista, Denis Diderot 8
-La noche de los trífidos, Simon Clark 5
-El maestro y Margarita, Mijaíl Bulgákov 8
-Scaramouche, Rafael Sabatini 7
-Soy leyenda, Richard Matheson 9
-Las aventuras de Arthur Gordon Pym, Edgar Allan Poe 8
-El instante aleph, Greg Egan 8
-Arqueros del rey, Bernard Cornwell 4,5
-Indoctrinario, Christopher Priest 6
-El exilio y el reino, Albert Camus 8
-Juego de tronos, George R. R. Martin 7
-Choque de reyes, George R. R. Martin 7
-La ciudad, Mario Levrero 6,5
-Tormenta de espadas, George R. R. Martin 8
-Festín de cuervos, George R. R. Martin 6
-El señor de la luz, Roger Zelazny 4
-La hija del capitán, Aleksandr Pushkin 6
-Páginas perdidas, Paul Di Filippo 6
-Ensayo sobre la lucidez, José Saramago 7,5
-¿Acaso no matan a los caballos?, Horace McCoy 8
-Juventud sin dios, Ödon Von Horváth 8
-El profeta guerrero, R. Scott Bakker 7
-Campo de concentración, Thomas M. Disch 6,5
-Bartleby, el escribiente, Herman Melville 7,5
-Cuna de gato, Kurt Vonnegut 7,5
-La guerra interminable, Joe Haldeman 5
-Franny y Zooey, J. D. Salinger 8
-Lo mejor de Silverberg, Robert Silverberg 8,5
-Memorias del subsuelo, Fiódor M. Dostoievski 9
-Tropas del espacio, Robert A. Heinlein 5
-Nueve cuentos, J. D. Salinger 8,5
-Todos sobre Zanzíbar, John Brunner 8,5


Un final de año de mucho nivel, sólo ensombrecido por la decepción que supusieron dos de los clásicos de la ciencia-ficción, los de Haldeman y Heinlein, y que espero destripar en breve por aquí. A destacar el “descubrimiento” de Salinger, que me ha sorprendido muchísimo con esos dos libros, magníficos. O la grandísima novela (en todos los aspectos) de John Brunner, totalmente visionaria y de la que se puede extraer muchísimo jugo.

Tremenda la decepción con El señor de la luz, de Zelazny, aburrida, plúmbea y grandilocuente sin motivo. Después de esto y de que Tú, el inmortal tampoco me pareciera gran cosa creo que tardaré en volver a probar con este escritor. Relativa decepción también con Disch, esperaba más de Campo de concentración. Y está bien el libro, pero para mi gusto es demasiado... “experimental”. También fiasco con Cornwell, que me demostró con este libro que no vale con describir perfectamente batallas sangrientas para hacer un buen libro. Una pena después de lo mucho que me gustó la trilogía del señor de la guerra. Y un poco también con Bukowski, aunque en cierta manera lo esperaba, con tanta traza de autor maldito, de lectura obligada, y tal. Y tiene ratos buenos y brillantes, pero en muchas ocasiones acaba siendo cansino y repetitivo a más no poder.

Destacar, cómo no, los dos libros de Egan, una de las cumbres del año, autor que, aunque sólo he leído tres obras suyas, ya se ha convertido en uno de mis escritores, de cf y en general, favoritos. Y el libro de Hrabal, claro, aunque yo soy un incondicional suyo, pero este es de lo mejor que le he leído, tiene partes que aún todavía me ponen los pelos de punta al recordarlas. Y Soy leyenda. Pensé que en una relectura ya no me parecería tan genial pero qué va, el libro de Matheson es un portento. Y Dostoievski, autor que me sigue sorprendiendo por su capacidad de análisis, su ira, y sus resortes psicológicos, muy grande.

En general todos esos libros puntuados con 8 son muy recomendables, grandes descubrimientos, de los que quizá los que más me han sorprendido han sido Juventud sin dios y ¿Acaso no matan a los caballos?. Destacar también la lucidez (habilísimo juego de palabras) de Saramago o la ironía y la genialidad de Vonnegut, y la grandeza, en pocas páginas, del relato de Melville, precursor, creo, de mucho del existencialismo posterior.

Y, bueno, Canción de hielo y fuego, cómo no. Menudo mes me pasé viciadísimo leyéndome los cuatro libros del tirón (con un breve parón –una tarde, creo- en medio para leerme otro librillo en lo que me compraba el tercero y cuarto). Auténtico disfrute adictivo a más no poder.

También me leí un libro que seguramente sea de los mejores que he leído este año, y posiblemente en mi vida, porque es una obra monumental. Pero, sinceramente, a mí se me quedó un poco grande. Es tan denso y difícil en varios aspectos que su lectura se hace árida en ocasiones y uno a veces no llega a captar todos los niveles de lectura planteados. Hablo de Bajo el volcán, de Malcolm Lowry, obra notable para mi gusto pero que estoy convencido de que sabiéndole pillar el punto y todas sus referencias debe ser algo atemporal. En todo caso lo recomiendo porque es toda una experiencia.

martes, 30 de diciembre de 2008

2008 musical

Me ha tocado hacer, para un foro en el que participo, una lista con lo que considero mejor del año en cuanto a música y de paso me he animado a compartirlo aquí porque uno no puede evitar tener la tentación de intoxicar con los gustos propios. La lista, que no es monolítica y puede cambiar dependiendo del día sería:

1. Black mountainIn the future. Una obra monumental de rock psicodélico que engancha muchísimo y que tiene canciones totalmente hipnóticas. Grandioso, estoy en eterna deuda con Pesanervios por su recomendación.

2. The mars voltaThe bedlam in Goliath. Poco más puedo decir que no dijera antes sobre The Mars Volta, uno de los grupos más extraños, intensos e interesantes del panorama actual. Este último disco, sin ser tan redondo como los primeros, se ha ido aupando poco a poco entre lo mejor del año.

3. Woven handTen stones. Pese a ser un descubrimiento relativamente reciente no puedo decir más que estoy totalmente abducido por las canciones del señor David Eugene Edwards, tanto con Woven Hand como con su grupo anterior, 16 Horsepower. Hace una mezcla de folk, country alternativo, american gothic y más cosas, todo cantado con una intensidad sobrenatural, que es imposible que no le conmueva a uno. El Ten Stones es un gran ejemplo de sus aptitudes.

4. Colour haze - All. Aquí un enlace de la web de mentesdeacido sobre este disco (y sobre el magnífico grupo alemán). Rock psicodélico denso y oscuro de extraordinaria calidad.

5. The muggsOn with the show. Un auténtico grupazo de blues rock muy poco conocido pero que con el pelotazo de su disco debut (inmenso) y este segundo "on with the show" se han ganado un lugar entre mis preferidos. Grandes temas y un guitarra espectacular (que también toca con los Paybacks).

6. Marc Ford and the neptune blues clubMarc Ford and the neptune blues club. Otro estupendo disco de blues rock ideado por el antiguo guitarrista principal de los Black Crowes (que también han sacado disco este año, por cierto).

7. Witch - Paralyzed. Quizá no a la altura de su gran debut pero un disco muy compacto, con unas cuantas canciones redondas, de un sonido siempre setentero, psicodélico y saturado, no en vano su líder es J Mascis, el de la gran banda Dinosaur Jr.

8. ExtremoduroLa ley innata. Sorprende verlo entre tanto disco extranjero, supongo, pero la verdad se lo merece. Y no tenía muchas esperanzas puestas, tampoco Extremoduro es uno de mis grupos favoritos. Pero me sorprendieron con un disco muy compacto y muy bien compuesto. Merece la pena.

9. The Steepwater bandGrace and melody. Otra de esas bandas poco conocidas de blues rock que van poco a poco construyendo una carrera de lo más sólida, con grandes discos como este Grace and melody, un puñado de temazos, y unos directos, por lo que cuentan, demoledores.

10. The Black keysAttack & release. Quizá es su disco que menos me ha gustado, o quizá es que no me esperaba el sonido que sacaron, y por eso no están más arriba en la lista. Pero aún así son los black keys, uno de los grandes descubrimientos de esta década, de los que no dejo de recomendar absolutamente todos sus discos. Un dúo demoledor de guitarra y batería.


Como canción del año, está claro, tengo que poner a "queens will play", del In the future de Black Mountain:




Una canción totalmente hipnótica coronada por una voz simplemente perfecta. Temazo que he escuchado obsesivamente a lo largo del año. Recomendar también el disco paralelo de dos de los miembros de Black Mountain, el de Lightning dust, para quienes quieran profundizar en esa maravillosa voz.

Luego irían temas como Ilyena de The Mars Volta, Curbside constellation blues de The Muggs, All de Colour Haze, etc.

En cuanto a directos... pues bueno, tampoco he ido a muchos, pero lo tengo claro. En primer lugar, por lo emotivo y puramente personal, el concierto de rage against the machine en el Electric Weekend de Getafe. En segundo lugar, aunque quizá debiera ganarse el primero, el de The Mars Volta, que fue algo sencillamente descomunal. Y en tercer lugar el de Porcupine Tree que me reveló a una banda que en directo es sencillamente perfecta. Mención merecen también el gran concierto que dieron Extremoduro en mi ciudad, así como Uzzhuaia, una banda humilde pero muy compacta y que en directo lo dan absolutamente todo.

Nada más, feliz año a todo el mundo y que escuchéis mucha música.