Llevo bastante tiempo enganchado a esta modalidad de billar gracias a la bendita Eurosport. Es un juego altamente adictivo, de mucha técnica y sangre fría y que, contra lo que pueda parecer en un principio, resulta también espectacular. En una gigantesca mesa de 3,5 x 1,7 metros (aproximadamente) se sitúan 15 bolas rojas, valoradas en un punto, y otras seis bolas de color: negra, rosa, azul, marrón, verde y amarilla, puntuadas en orden decreciente con siete, seis, cinco, cuatro, tres y dos puntos. El objetivo de cada juego, o frame, es conseguir más puntos que el rival. Pero no de cualquier manera. Primero se ha de meter una bola roja, y después una de color, para seguir con un roja, luego una de color, etc. Si no se mete bola el turno pasa al rival, evidentemente. Cuando ya no quedan bolas rojas, pues estas no vuelven a la mesa al ser embocadas, al contrario que las de color, se meten las de color en orden ascendente de puntos, sin volver a la mesa ya. Hay excepciones, como que se puedan meter dos rojas a la vez, las free-ball, y algunas otras, pero son reglas que se van viendo con el tiempo. Lo impactante del snooker es que lo importante no es meter la bola a la que se está tirando. Lo importante es colocar la bola blanca después de meter la bola a la que se tira, para poder meter la siguiente y conseguir colocarse con un ángulo adecuado para tirar a la tercera bola! Requiere un grado de precisión, de recursos técnicos, sobre todo en una mesa tan grande, asombrosa.
Cuando un sólo jugador consigue meter sucesivamente las 15 bolas rojas, acompañadas de bola negra (siete puntos), y luego las bolas de color, limpiando la mesa y metiendo de manera consecutiva un total de 36 bolas, se consigue la máxima puntuación, que es 147. Es algo que jugadores que llevan años en la élite han conseguido igual cinco veces. Con lo que su consecución es todo un acontecimiento y en los torneos está muy bien pagado (en algunos llegan a darse 100.000 libras o más por un 147). El vídeo del que pongo el enlace es el 147 más rápido de la historia, realizado en tan sólo 5 minutos y 20 segundos, por, cómo no, Ronnie "the rocket" O'Sullivan. Absolutamente impresionante.
Ronnie O'Sullivan 147
Casi todo el mundo que conozco que ha probado a ver snooker se ha enganchado y ha disfrutado enormemente de los campeonatos retransmitidos. De verdad merece la pena. Además a mí siempre me hace gracia ver este tipo de deportes tan "británicos". Lástima que sea una auténtica nulidad jugando al billar, demasiado impaciente e impulsivo, el taco se me va y no sé ni golpear bien a la bola, porque jugar unas partidas de snooker con unos amigos tiene que ser muy divertido (si se encontraran mesas de este tipo por aquí, claro). En fin, otra vocación perdida, qué le vamos a hacer.
Para los aficionados con solera dejo uno de los mejores momentos que he visto en cuanto a snooker se refiere. La final del master 2006 entre Ronnie O'Sullivan y John Higgins. Decimonoveno y último frame, el decisivo de una final espectacular. Ronnie gana 60-0 cuando comete un error. Higgins limpia la mesa y se proclama campeón, doble con una roja incluido. Dos de los mejores jugadores del mundo dándolo todo en una partida histórica.
Masters 2006
2 comentarios:
a mí me gusta mucho jugar al billar, pero en el bar por el que me paso hay muchísimo nivel, y apenas juego, por que apenas duro tres jugadas :S
Que buenos los videos iar, la jugada de o'sullivan no la había visto nunca, joder que bueno es el tio >.<
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