miércoles, 26 de septiembre de 2007

The Walking Dead

Traducido aquí por Los muertos vivientes. Aunque no es lo más original así se titula la serie de cómics escrita por Robert Kirkman y que nos sitúa en un mundo apocalíptico dominado por los zombis. El objetivo es mostrarnos la evolución y vida de unos personajes bajo esta situación a lo largo de una etapa larga de sus vidas, pues como el mismo Kirkman dice, en las películas se presentan siempre lapsos de tiempo cortos. Así, sin un final ni objetivo claro, la historia va avanzando a modo de serial, coronado normalmente cada capítulo por cliffhangers bestiales que te mantienen en vilo hasta el siguiente número. Yo tuve suerte y me leí los primeros 37 números del tirón, en día y medio, pero seguir esta serie mes a mes tiene que ser lo más parecido a sufrir un mono terrible. Porque el truco funciona, y uno se engancha terriblemente a las aventuras del grupo de personajes que conforman The walking dead, y por los que Kirkman no parece sentir demasiado cariño, tales son los trances por los que les obliga a pasar.

Y es que uno de los grandes aciertos de Los muertos vivientes es el tratamiento de personajes, su trasfondo psicológico y la tensión a la que están sometidos. Como leí en un foro que frecuento, cuando salen los zombis es casi cuando menos agobio se siente, lo realmente impactante son las relaciones entre los personajes, el agobio que sienten, la locura incipiente en algunos casos, la violencia, la ira, la ansiedad, llegando a momentos epatantes, como el final del número 41, que he leído hoy, gracias a la santa mula. Ciertamente tiene altibajos, y, al carecer de un final predeterminado y un rumbo fijo, la trama puede resentirse a veces, y dar la impresión de que pueda decaer en un futuro. Pero hasta ahora el ritmo es envidiable, y el tratamiento de la acción y de los personajes, sobresaliente.

En inglés sale un número cada mes, pero aquí se pueden disfrutar de tomos de seis números a 7,5 eurillos. El problema es que aquí se llegan por el quinto tomo, 30 números en USA. Y allí acaban de publicar el número 42. Con lo que estoy disfrutándolos me planteo seriamente la compra, realmente merece la pena, y no es nada caro. De temas de dibujo no controlo demasiado pero en vez de a color, está realizado en una escala de grises bastante resultona, que seguramente otorgue más contraste y violencia a algunas escenas. Y nada más, sólo agradecer a Knut (siempre Él, jejeje) este nuevo descubrimiento, y recomendárselo a todo el mundo al que le apetezca disfrutar de un poco de entretenimiento de calidad. Ahí va un enlace a la wikipedia con algún dato más por si interesa:

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Buenas noches Rose


Cuánto tiempo ha pasado desde aquel verano de ¿1995? ¿96? en que vi a Buenas noches Rose en directo en las fiestas de Peñafiel. Sin conocerles de nada. Y descubrí un grupo con unas cuantas canciones de lo más curioso, un rock nada típico para lo que era habitual en la escena nacional. Y un cantante carismático y bastante colgao (no en vano se llamaba Jordi Skywalker), que era capaz de estar cinco minutos dejando que su saliva resbalara lentamente hacia su mano para luego enseñársela al público en medio de una sonrisa totalmente fuera de este mundo. Y así descubrí el primer disco de este grupo, titulado también Buenas noches Rose. Un disco primerizo, con un estilo que había que pulir, pero que apuntaba muy alto y que en directo ganaba mucho. Con temazos como "Flor de espinas" (para mí el mejor del disco), "La leyenda del lobo cantor", "Tiempo perdido", "Del mismo modo", "Diez palabras de amor"... Si algo define a este disco, al margen de calidades musicales y análisis sesudos es Disfrutable. Además apunta a un rock clásico setentero, con cierto aire a lo Led Zeppelin, con abundancia de riffs bastante movidos. Quizá es parte de esa nostalgia de lo vivido con 16 años, pero siempre que escucho este disco me pongo de buen rollo y acabo cantando las canciones como entonces. Algo que hizo que, tras aquella primera experiencia repitiera en directo viéndolos en la Subterfugio y, más adelante, en la Plaza Mayor durante las fiestas de Valladolid (qué cabreo pensar en que en tiempos se veían estos conciertos durante las fiestas, y no los monocordes éxitos de radiofórmula junto con viejas glorias de ahora).

Y en 1997 sacaron su segundo lp, "La danza de araña". 1997, el año chungo, como indican en el cuidadísimo libreto interior, que me compré en una feria del disco en la nave de Paquexpres, en Renfe, ese mismo invierno. Diez años ya. Diez años de uno de los, para mí, mejores discos nacionales. Y otro nuevo concierto que disfrutamos como enanos en el Polideportivo Pisuerga (¿o era el de Huerta del Rey?). Pero qué pedazo disco señores. A pesar de mantener una línea de riffs contundentes la música evoluciona y podemos ver algunas canciones largas más pausadas y épicas, con un aire más blues, que a mí me hacen pensar en Neil Young. Y unas letras bastante más maduras, en las que, seguramente producto del éxito, predomina el tema drogas ya sea de una manera explícita o velada. Pero si algo define a Buenas noches Rose es que sus letras son buenas, no sonrojantes como muchas en el panorama nacional. En ningún momento recurren al cliché fácil y, sobre todo en este segundo disco, resultan poéticas. Cómo no estremecerse antes canciones como Rosa I, Marrón, Rosa II, Dulce Rocanrrol... o vibrar ante las guitarras desaforadas de Madre, Hombre de Arena... Y así hasta completar 11 canciones inmensas (precedidas de un divertido Blues de la Piscina antes de la primera canción). Un disco absolutamente espectacular.

Luego llegaría el "desastre". En 1998 Jordi Skywalker deja el grupo y se va a una especie de comuna hippy y nada más se sabe de él. La banda sigue y en 1999 sacan "La estación seca", su tercer lp, en el que canta Alfa, uno de los guitarras. Pero la pérdida de una voz tan característica como la de Jordi afecta mucho y, contando que algunas de las composiciones son peores, resulta un disco algo mediocre. Ni siquiera las colaboraciones de Rosendo o Ariel Rot levantan el resultado final y la producción no llega a ser tan buena como en "La danza de araña". Aún así tiene buenos momentos, y temas como "La estación seca" no tienen nada que envidiar a los mejores de los anteriores discos. Pero este sería el fin y el grupo se disolvería. Algunos volverían con otros proyectos pero ni de lejos llegan al mismo nivel. Lo que fue Buenas noches Rose estaba muerto ya.

Diez años del año chungo. Qué bajón. Me hace acordarme de la canción "Time" de Pink Floyd. En fin, sirvan estas líneas como recuerdo agradecido a este grupo. Y un abrazo fuerte a todos los colegas con los que he disfrutado su música, ya sea en directo o en disco, en casa, en la carretera, o en aquellas noches de piso llenas de alcohol y humo intoxicante...

jueves, 13 de septiembre de 2007

Positiva, Centaur's Ride

Vuelvo al ataque de las recomendaciones musicales con el pelotazo que supone este "Centaur's ride", debut de la banda bilbaína Positiva. Entre sus influencias citan a Grand Funk Railroad, Led Zeppelin, Screaming Trees, Captain Beyond... Desde luego ante estos nombres la predisposición es bastante buena (justo ahora estoy enganchado también al disco rojo de Grand Funk, que se me había resistido - el conseguirlo - durante bastante tiempo. Y tengo que decir que es uno de los mejores discos de los 70. Una brutalidad). Y el resultado es inmejorable. Para mí, uno de los discos del año, y lo digo totalmente en serio. En su myspace podéis escuchar tres de sus temas que representan bastante bien su sonido: Sea of mud, Mushroom Grave y Never turn you back (del que tienen colgado un enlace a un video en Youtube).


Pero aparte tienen canciones de la entidad de Rock 'n' roll troopers, un hit perfecto. La instrumental y alucinante Zopilote. O Hi-Lo Charge, un tema largo tremendo. El disco se completa con Feel the evolution y Centaur's ride. Mucho más no puedo decir, me cuesta hablar extensamente sobre música, aparte de los típicos adjetivos de admiración rendida. Así que simplemente recomendarlo para todos los amantes del hard rock setentero.

Por otro lado, recién acabados los exámenes y con fiestas de la ciudad, no queda si no salir a morir e incendiar la ciudad. La consigna: "dormir es de débiles". Salud.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Una jugada eterna

Debido a los exámenes de septiembre y mi total y entusiasta dedicación a los mismos no tenía pensado actualizar entrada. Pero al final me he acordado y me he animado a poner esta sobre ajedrez en la que poder disfrutar de una inmortal jugada dada en partida real. Animo al que le apetezca perder un poco de tiempo a estudiar un poco el tablero antes de leer el texto. Ciertamente las negras -a las que les toca mover- tienen una pieza de más y no les debería resultar difícil obtener la victoria. Pero el movimiento que sobreviene, digno de una clarividencia exquisita, de una fantasía desbordante, y de un espíritu creador sin igual, es algo que descoloca y asombra como pocos hacen, y que provocó el inmediato abandono del rival. Y es que no es una jugada elaborada para un estudio en el que se busca el impacto estético. No, se dio en partida real, y por eso resulta, como dice el encabezamiento, eterna (¿quién, con los apuros del tiempo y pensando en la victoria se detiene en crear algo así en vez de realizar una combinación bien meditada que le asegure ganar? Un genio).


Poco más que añadir a la excelente crónica que acompaña a la partida, que revive el espíritu romántico del ajedrez de antaño. Ciertamente ahora todo está mucho más calculado, a veces resulta más frío y matemático, los jugadores tienen analistas que les ayudan, potentes programas de ordenador con los que preparar sus aperturas (en ocasiones se juegan partidas que hasta el movimiento 20 son idénticas a otras disputadas algún año antes, y sólo a partir de entonces se introducen nuevas variantes, con mucho trabajo de preparación detrás). Por eso recuperar de vez en cuando partidas de principios de siglo XX o finales del XIX resulta necesario. Y es que el impacto que produce la jugada 23 de las negras es algo difícil de olvidar para el que guste de este gran deporte. Perdura en la memoria.