lunes, 31 de diciembre de 2007

Lecturas 2007

Ahí va una lista con lo leído este año, recién terminado el último. Añado una nota de valoración aproximada, que depende mucho de filias y fobias personales, de la impresión del momento, y del paso del tiempo, y que es totalmente subjetiva, así que nadie se lleve las manos a la cabeza si encuentra cosas ofensivas jejeje.


Destinos truncados, Arkadi y Boris Strugatski 8
Máscaras de matar, León Arsenal 6
Las ciudades invisibles, Italo Calvino 8
Los cristales soñadores, Theodore Sturgeon 7,5
Aprendiz de asesino, Robin Hobb 6
La diplomacia del asesino, Robin Hobb 6
Asesino real, Robin Hob 6,5
La fragilidad del asesino, Robin Hobb 6,5
La búsqueda del asesino, Robin Hobb 6
La senda del asesino, Robin Hobb 6
Narraciones, Chejov 6
El desierto de los tártaros, Dino Buzzati 9
Los tejedores de cabellos, Andreas Eschbach 8
Tiempo de odio, Andrzej Sapkowski 7
Bautismo de fuego, Andrzej Sapkowski 8
Nunca me abandones, Kazuo Ishiguro 8
La catedral del mar, Ildefonso Falcones 1
Viaje al fin de la noche, Louis-Ferdinand Céline 8
Caviar, Theodore Sturgeon 5
Las aventuras del valeroso soldado Schwejk, Jaroslav Hasek 7,5
Seda, Alessandro Baricco 5
La historia de tu vida, Ted Chiang 8
La vigilancia, Julian May 6
La revelación, Julian May 6
El metaconcierto, Julian May 6
Leyendas y romances de ciego, Bohumil Hrabal 7
El negro del Narcissus, Joseph Conrad 8
El terror, Arthur Machen 7
La torre de la golondrina, Andrzej Sapkowski 8
Si una noche de invierno un viajero, Italo Calvino 9
La fuente del unicornio, Theodore Sturgeon 8
Encomio del tirano, Giorgio Manganelli 3
En el camino, Jack Kerouac 6,5
Luces del norte, Philip Pullman 6
La daga, Philip Pullman 7
El catalejo lacado, Philip Pullman 7,5
Don de la ebriedad / Conjuros, Claudio Rodríguez 6
El hombre que pudo reinar y otros cuentos, Rudyard Kipling 6
La tierra permanece, George R. Stewart 8
El libro de los abrazos, Eduardo Galeano 5
La carretera, Cormac McCarthy 8
El hombre duplicado, José Saramago 7
El barón rampante, Italo Calvino 7
El maravilloso traje de color vainilla, Ray Bradbury 6,5
Hojas de hierba, Walt Whitman 6
Ven y enloquece y otros cuentos de marcianos, Fredric Brown 8


46 libros. En realidad deberían ser 43, pues los de Robin Hobb son tres en inglés y al publicarlos aquí los dividieron, pero bueno, cuento el libro físico, porque como hasta el título cambia...

Cumbres del año los portentos que son "El desierto de los tártaros" y "Si una noche de invierno un viajero". Junto con todos esos libros de 8 que me han proporcionado momentos increíbles. Aunque ya digo que lo de la valoración tampoco es demasiado fiable. He puesto un 6 a libros con los que me lo he pasado muy bien pero que reconozco que tampoco son la octava maravilla. Intento ser, sólo un poco ojo, lo más objetivo posible dentro de mi propio subjetivismo. ¿A que mola la contradicción? Ligera decepción con el libro de Hasek. Me esperaba más. Me ha gustado y es una gran obra, pero a nivel de cohesión falla un poco, y algunas cosas se tornan alargadas y repetitivas. Quizá esperaba tanto de él al saber que era una clara inspiración de mi adorado Hrabal que no pude evitar esa sensación.

También este año ha sido de lectura de cómics, algo que tenía muy abandonado. Han caído maravillas impresionantes como Blankets de Craig Thompson o Mis circunstancias de Trondheim. Series tan entretenidas como The Walking dead o Berserk, aunque esta última me ha terminado cansando un poco.

A ver si el próximo año más y por fin llego al objetivo de 50 lecturas anuales como poco. Lo que pasa que al final me lío siempre haciendo otras historias y no leo todo lo que quisiera. Pero bueno, tampoco me quejo.

A todos los que alguna vez leen esto feliz año y todas esas cosas que se dicen. Y que leáis mucho. Un abrazo.

jueves, 27 de diciembre de 2007

Soy leyenda

Terrible decepción la película dirigida por Francis Lawrence y protagonizada por Will Smith, basada en la novela de Matheson. No iba con demasiadas esperanzas ni con prejuicios infundados. De hecho, a poco que me muestren, las películas de futuros postapocalípticos me tienen ganado de antemano. Pero es que esta nueva versión de Soy leyenda no funciona ni como película ni como adaptación.

Como película tiene un inicio prometedor, algunas escenas de gran impacto visual y una ambientación conseguida. Will Smith está más que correcto en su papel. Pero la cosa naufraga irremediablemente en cuanto progresa la película, con un guión deslavazado que necesita recurrir a innecesarios flashbacks, unos infectados muy poco conseguidos, y un final totalmente risible, tópico y chapucero. Todo esto en cuanto a la película, porque si uno tiene en un pedestal al libro, la cosa empeora. Conociendo el gran material que tenían entre manos, la adaptación resulta pobrísima. Hasta el mismo título cobra un nuevo enfoque y no nos queda nada de la magnífica resolución final:

en la que Neville se da cuenta de que la normalidad es un concepto mayoritario, y comprende a quienes quieren matarlo, pues él es el monstruo que representa los miedos ancestrales, está ya fuera de ese nuevo mundo, es leyenda.

Si en el libro Neville era un hombre normal y corriente que intentaba averiguar las causas del vampirismo, en la película vemos transformado a Smith en un militar especialista en ingeniería genética o algo así (y los vampiros del libro transformados en mutantes que a ratos semejan a los muertos vivientes de las películas de zombies y en otros ratos a los típicos bichos de ordenador como las momias guerreras de las producciones de Sommers). Todo en uno. Y si en el libro el capítulo del perro era de los que ponían los pelos de punta, en la película es un compañero de aventuras y de charlas, si bien hay que reconocer que proporciona dos de las mejores escenas. Si en el libro se esperaba el ritual nocturno de “Neville, ¡sal Neville!” y la tortura psicológica del protagonista, en la película no existe esa tensión, y todo se reduce a los flashbacks en los que recuerda a su familia. Si en el libro el final conmovía, en la película resulta anodino y hace bueno el final de la versión protagonizada por Charlton Heston. Si el libro es una pequeña gran maravilla, portento de brevedad, concisión y emoción, la película es una medianía que se ve sin problemas, se disfruta de algunos aspectos puntuales, pero que resulta desalentadoramente pobre en cuanto a expectativas cumplidas, se olvida rápidamente, y no invita a volver a verla, sobre todo por ese bochornoso final.

Estaría bien poder criticar la película sin pensar en el libro pero se hace demasiado difícil. Y ni haciendo un ejercicio de abstracción (e intentando recordar sobre todo el “basada en” y no pensar en “adaptación de”) se puede llegar a dar una valoración a esta película más allá de un aprobado raspadillo.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Snooker

Llevo bastante tiempo enganchado a esta modalidad de billar gracias a la bendita Eurosport. Es un juego altamente adictivo, de mucha técnica y sangre fría y que, contra lo que pueda parecer en un principio, resulta también espectacular. En una gigantesca mesa de 3,5 x 1,7 metros (aproximadamente) se sitúan 15 bolas rojas, valoradas en un punto, y otras seis bolas de color: negra, rosa, azul, marrón, verde y amarilla, puntuadas en orden decreciente con siete, seis, cinco, cuatro, tres y dos puntos. El objetivo de cada juego, o frame, es conseguir más puntos que el rival. Pero no de cualquier manera. Primero se ha de meter una bola roja, y después una de color, para seguir con un roja, luego una de color, etc. Si no se mete bola el turno pasa al rival, evidentemente. Cuando ya no quedan bolas rojas, pues estas no vuelven a la mesa al ser embocadas, al contrario que las de color, se meten las de color en orden ascendente de puntos, sin volver a la mesa ya. Hay excepciones, como que se puedan meter dos rojas a la vez, las free-ball, y algunas otras, pero son reglas que se van viendo con el tiempo. Lo impactante del snooker es que lo importante no es meter la bola a la que se está tirando. Lo importante es colocar la bola blanca después de meter la bola a la que se tira, para poder meter la siguiente y conseguir colocarse con un ángulo adecuado para tirar a la tercera bola! Requiere un grado de precisión, de recursos técnicos, sobre todo en una mesa tan grande, asombrosa.

Cuando un sólo jugador consigue meter sucesivamente las 15 bolas rojas, acompañadas de bola negra (siete puntos), y luego las bolas de color, limpiando la mesa y metiendo de manera consecutiva un total de 36 bolas, se consigue la máxima puntuación, que es 147. Es algo que jugadores que llevan años en la élite han conseguido igual cinco veces. Con lo que su consecución es todo un acontecimiento y en los torneos está muy bien pagado (en algunos llegan a darse 100.000 libras o más por un 147). El vídeo del que pongo el enlace es el 147 más rápido de la historia, realizado en tan sólo 5 minutos y 20 segundos, por, cómo no, Ronnie "the rocket" O'Sullivan. Absolutamente impresionante.

Ronnie O'Sullivan 147

Casi todo el mundo que conozco que ha probado a ver snooker se ha enganchado y ha disfrutado enormemente de los campeonatos retransmitidos. De verdad merece la pena. Además a mí siempre me hace gracia ver este tipo de deportes tan "británicos". Lástima que sea una auténtica nulidad jugando al billar, demasiado impaciente e impulsivo, el taco se me va y no sé ni golpear bien a la bola, porque jugar unas partidas de snooker con unos amigos tiene que ser muy divertido (si se encontraran mesas de este tipo por aquí, claro). En fin, otra vocación perdida, qué le vamos a hacer.

Para los aficionados con solera dejo uno de los mejores momentos que he visto en cuanto a snooker se refiere. La final del master 2006 entre Ronnie O'Sullivan y John Higgins. Decimonoveno y último frame, el decisivo de una final espectacular. Ronnie gana 60-0 cuando comete un error. Higgins limpia la mesa y se proclama campeón, doble con una roja incluido. Dos de los mejores jugadores del mundo dándolo todo en una partida histórica.

Masters 2006